SMARTWATCH: tu ángel de pulsera.

Está al tanto de tu salud, te cuida, te alerta, vela tu sueño y protege tu bienestar. No, no me refiero a tu mamá, a tu abuelita, ni a tu ángel de la guarda. Te hablo de un “reloj inteligente”. Sí, todo eso es lo que hace un “smartwatch” y si no me crees sigue leyendo.

Había una vez…

Nuestros padres y abuelos recuerdan aquellos tiempos en que llevar un reloj en la muñeca era solo una manera muy práctica de estar al tanto de la hora, la fecha y poco más. También por mucho tiempo los más caros y lujosos han sido símbolo de status y distinción. Sin embargo, muchas cosas han cambiado.

Los actuales avances tecnológicos en la microelectrónica, los sensores, la interconectividad y la ingeniería de software, permiten que un pequeño dispositivo sea capaz de monitorear múltiples parámetros vitales en tiempo real. Así, han surgido los “wearables” (“dispositivos vestibles” en español) de los cuales los relojes inteligentes o smartwatches son el accesorio más extendido.

Pero lo que comenzó siendo un accesorio para jóvenes deportistas, capaz de monitorear algunos parámetros vitales para favorecer su entrenamiento, hoy día se ha convertido en un artículo de amplio uso en personas de todas la edades interesadas en cuidar su salud y mejorar su bienestar y calidad de vida.

Pero y… ¿para qué sirve un smartwatch?            

Los relojes inteligentes no solo dan la hora y sirven de cronómetro, temporizador, calendario y agenda, calculadora, asistente virtual, reproductor de música, altímetro, barómetro, dispositivo GPS, brújula y plataforma de pagos… También son una extensión ultra portátil de tu teléfono en el que recibes las notificaciones de mensajes que te llegan o incluso algunos hasta permiten responder esos mensajes y recibir o hacer llamadas.

Sin embargo ninguna de esas funcionalidades de los actuales smartwatches es realmente tan valiosa como la de monitorear en tiempo real tus parámetros de salud. Un reloj inteligente sirve para medir tu frecuencia cardíaca, monitorear la calidad de tu sueño y el porciento de oxígeno que está transportando tu sangre. También evaluar tu composición corporal, monitorearte el nivel de estrés, contar tus pasos y las calorías que quemas. Alertarte si has estado sedentario por demasiadas horas o si debes hidratarte.

Además de las funciones de fábrica, en muchos es posible instalar aplicaciones (Apps.)  compatibles adicionales que expanden su funcionalidad. Algunos modelos de smartwatch de alta gama pueden incluso hacerte un registro electrocardiográfico en tiempo real. Sí, hacerte un pequeño “electrocardiograma” que puedes enviar a un servicio de emergencias, a tu cardiólogo o médico de cabecera en caso de que sientas dolor en el pecho o palpitaciones.

Reloj inteligente, un ángel guardián de tu salud.

La combinación de tecnologías “smart”, sobre todo entre relojes y teléfonos inteligentes se ha convertido en toda una revolución dentro del cuidado de la salud. Ambos se incluyen dentro del concepto de m-Health o “Salud móvil” que a su vez entra en un campo más grande que algunos expertos llaman “salud digital”.  Aquí te describo con un poco más de detalle algunas de esas utilidades para la salud:

1). Monitoreo de la frecuencia cardíaca y detección de arritmias:

Un requisito casi indispensable en todo reloj inteligente son los sensores con capacidad de monitorear de forma continua varios parámetros vitales como la frecuencia cardíaca (F.C). Esto permite evaluar la respuesta al ejercicio y variaciones del ritmo provocadas por algunas enfermedades cardíacas. Algunos modelos son incluso capaces de detectar con bastante precisión ciertos tipos de arritmias como la fibrilación atrial.

La integración inalámbrica de los smartwatch con aplicaciones (Apps) en teléfonos móviles, tablets y computadoras permite que sea posible archivar el historial de comportamiento de algunos de esos parámetros en forma de tablas o gráficos lo cual mejora mucho su comprensión y análisis.

Así por ejemplo, si tu cardiólogo revisa esos datos sabrá si  algunas de las medicaciones que te ha prescrito (por ejemplo, un fármaco betabloqueador como el Atenolol) han estado actuando con la efectividad esperada y no en exceso o en defecto.

2). Saturación de oxígeno:

El oxígeno resulta imprescindible para la vida porque es un componente esencial para el funcionamiento de cada célula de nuestro cuerpo. La saturación de oxígeno (SO2) es el porciento que de esta sustancia está siendo trasladada por la sangre. Pero ciertas enfermedades de los pulmones, del corazón o de la propia sangre, pueden afectar la capacidad para captar o trasladar el oxígeno.

También la saturación de oxígeno puede disminuir en ambientes donde el aire tiene escasa concentración de esa sustancia como cuando estamos en montañas elevadas a una gran altura sobre el nivel del mar, en lugares profundos como cuevas y minas o en espacios cerrados. En todas esas situaciones, estar al tanto de nuestra saturación de oxígeno puede ser crucial para lograr sobrevivir.

Muchos relojes inteligentes llevan incorporado un sensor capaz de determinar con bastante aproximación la SO2. Eso evita que tengamos que exponernos a las molestias y los gastos de repetidos pinchazos para sacarnos sangre y analizarla en el laboratorio. El principio de funcionamiento es el mismo de esos otros aparaticos llamados “pulsioxímetros” o “saturómetros” que se colocan en la punta de los dedos.

3). Registro electrocardiográfico:

Los smartwatch más complejos pueden obtener un registro electrocardiográfico lo cual en ciertas situaciones puede ser de extrema utilidad para detectar algunos tipos de arritmias u otros problemas de salud cardiovascular.

Tal es el caso de una paciente atendida por nosotros hace poco en la consulta de cardiología. Ella estaba sufriendo palpitaciones, sin embargo todos sus exámenes (electrocardiograma, ecocardiograma, ergometría, Holter ECG) habían sido completamente normales. Luego de recomendarle el uso de un smartwatch, la paciente puedo registrar un pequeño electrocardiograma durante un evento sintomático.

Esto fue suficiente para diagnosticarle episodios de fibrilación atrial, una arritmia que en ciertas circunstancias puede llegar a ser peligrosa. La conclusión es que por esa capacidad de monitores continuo, un reloj inteligente puede colectar valiosa información de salud que quizás no logre ser detectada en complejos y costosos estudios.

Evento de fibrilación atrial recurrente detectada mediante un reloj inteligente (caso atendido por el autor).

4). Monitoreo del sueño:

Muchos smartwatch son capaces de medir la duración y calidad de sueño (mediante el monitoreo de fases y ciclos del sueño) algo clave para tener una buena salud física y mental. Esto, unido a  la evaluación de la saturación de oxígeno, puede ser clave para sospechar ciertos trastornos como la «sleep apnea» o apnea obstructiva de sueño.

5). Monitoreo de composición corporal:

Algunos relojes inteligentes pueden leer datos de bioimpedancia y calcular con cierta aproximación tu composición corporal, o sea, que porcentaje de tu cuerpo equivale a grasa, cual a masa muscular y cuál a agua. Esta es una medida más adecuada que el clásico índice de masa muscular para conocer el estado nutricional de una persona.

6). Monitoreo del estrés:

Mediante la integración de varios parámetros como la frecuencia cardiaca, datos de bioimpedancia y determinación de temblor fino, algunos relojes inteligentes tienen algoritmos que pueden emitir una estimación del nivel de estrés.

7). Registro de datos y patrones de entrenamiento:

Los ciertos sensores acelerométricos integrados en los relojes inteligentes pueden medir la intensidad y duración de la actividad corporal durante diferentes tipos de actividad física. Tanto en sesiones de entrenamiento como en actividades recreativas o competitivas. Esto tiene un enorme valor no solo para los atletas profesionales sino para gente común que va al gimnasio, la piscina o realiza actividades al aire libre. El informe de las distancias recorridas y tu número de pasos por día es una valiosa información con valor pronóstico para saber tu riesgo de llegar a padecer ciertos problemas de salud.

8). Contador de calorías:

Teniendo en cuenta tu edad y sexo, un reloj inteligente puede estimar cuántas calorías pasivas quemas por día (las que consumen por respirar, digerir, pensar, estudiar…) y también calcular cuantas calorías activas estas quemando mediante el monitoreo de la duración, tipo e intensidad de tu actividad física diaria.

Si esto se une a una App. en el propio reloj, en tu teléfono o en tu ordenador que en base a lo que reportes que has comido te haga el cálculo de cuántas calorías ingeriste al día pues tendrás un reporte bastante fiable de tu balance calórico y te servirá para bajar de peso, subirlo o mantenerlo según te sea necesario.  

9). Medición de la presión arterial: 

Los actuales relojes inteligentes son verdaderas “navajas suizas” con numerosas funciones, muchas de ellas orientadas a la salud, el bienestar y la calidad de vida. Sin embargo, no todos los smartwatches son capaces de medir la presión arterial. Y por otro lado, los que sí disponen de tal funcionalidad no siempre la miden con suficiente fiabilidad como para tener una real utilidad con fines médicos y del cuidado de la salud. Por tanto, no es prudente usar cualquier dispositivo de este tipo en el diagnóstico o manejo de la hipertensión arterial. En este otro artículo de este mismo sitio web encontrarás más información al respecto: PRESIÓN ARTERIAL con RELOJES INTELIGENTES.

10) . Monitoreo del ciclo menstrual y la salud reproductiva:

Muchos relojes inteligentes, incluyen la funcionalidad de poder ir registrando el calendario menstrual de la usuaria y elaborar modelos predictivos sobre su salud reproductiva, la próxima menstruación o el lapso de mayor fertilidad, el momento óptimo para lograr un embarazo o de mayor prevención se lo que se desea es posponerlo.

11). GPS y detección de caídas:

La función de geolocalización y los sensores acelerométricos y de posición de algunos modelos de relojes inteligentes son muy útiles para el monitoreo de niños, ancianos y personas vulnerables.

12). Reforzamiento de patrones y hábitos saludables:

Un reloj inteligente conectado a ciertas apps de bienestar en tu celular puede recordarte cuándo ingerir agua o tomar algún medicamento o vitamina. También te dirá cuando caminar y estirarte porque llevas demasiado tiempo sedentario o te alertará si estás durmiendo demasiado poco o de forma irregular.

Con solo vibrar para que mires su pantalla o darte sus reportes periódicos, puede mantenerte enfocado en puntos clave para mejorar tus hábitos y hacer que te cuides mejor y lleves una vida más saludable.

Es evidente que un smartwatch puede ser una poderosa herramienta de apoyo en el logro de resultados, tanto de disminución de peso, como de mejora del estado físico y mental. Desde el mismo momento que configuras tu reloj inteligente con datos como tu edad, sexo, estatura y peso actual, estás entrando en un programa que puede llevarte a otro nivel.

El poder registrar tus cambios positivos y el logro de metas de autosuperación, constituye también un poderoso estimulo que influye no solo en tu cuerpo sino también es tu estado mental y emocional.

Alguien nos comparte a sus amigos en las redes sociales la alegría y el orgullo de cumplir sus metas de salud.

¿Cuál reloj inteligente comprar?

En todo este texto no te he hablado ni una sola vez de algún modelo, marca o fabricante en específico. No es mi objetivo hacerle publicidad a alguna de las decenas de empresas que en este momento compiten en esta área. Tu mismo puedes buscar en internet y encontrar bastante revisiones técnicas, comparativas e información comercial.

Actualmente el precio de un smartwatch oscila entre unos 40 dólares los más sencillos o básicos y varios cientos los más completos o de alta gama. Sin embargo a la hora de escoger, además del presupuesto del que dispones, debes tener en cuenta cuáles son tus verdaderas necesidades ¿para qué te interesaría uno con capacidad de hacer un electrocardiograma, si a ti ni enamorado te palpita el corazón?.

Lo que tu reloj dice de ti.

A estas alturas, a muchos nos parece una tontería que esos lujosos relojes convencionales o tradicionales (mecánicos, automáticos o electromecánicos) que cuestan varios miles de dólares solo sirvan para… saber la hora. Bueno, para eso y para intentar gritarle a todos que “SOY EL MEJOR”, en lugar de decirte si realmente ESTÁS MEJOR.

Bien, ahora que sabes todo estos beneficios anímate a explorar todo lo que puede hacer por ti uno de esos pequeños monitores, médicos, entrenadores, motivadores y… «ángeles» de pulsera.

Otros artículos de contenido relacionado:  
- Presión arterial con relojes inteligentes. 
- Electrocardiograma con relojes inteligentes.
- SALUD (en tu) MÓVIL.
Doctor Aldo Santos, cardiologo

Redactado por: Dr. Aldo M. Santos, cardiólogo, MSc.

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ADVERTENCIA: Este artículo solo tiene fines educativos y en ningún caso puede sustituir la atención médica con un profesional calificado.

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